Si observas desperfectos como espejos defectuosos o asientos sucios, o si has recibido un coche más pequeño que el que habías reservado, deberás informar al trabajador de la empresa de coches de alquiler. De esta forma podrán ofrecerte una solución.
Por ejemplo, si el coche estuviera sucio, el personal de la oficina debe asegurarse de que se limpie inmediatamente. Si no se puede encontrar una solución en un período de tiempo razonable, la empresa de alquiler estará obligada a proporcionarte otro vehículo sin desperfectos.
Si no hay otro coche disponible, pero el vehículo defectuoso se puede conducir, pide a la empresa una confirmación por escrito de todos los desperfectos antes de irte. Antes de devolver el coche de alquiler, puedes pedir una reclamación presentando esta confirmación por escrito.
Comprueba siempre si hay defectos en el coche de alquiler en el momento de recogerlo. Aquí tienes una lista de detalles en los que te debes fijarte:
¿Hay arañazos o partes defectuosas (por ejemplo, en la pintura o en el parabrisas)?
¿Está limpio el interior? ¿Hay manchas en los asientos?
¿Están bien los neumáticos?
¿Hace el motor ruidos inusuales?
¿Funcionan bien los cinturones de seguridad?
¿Se enciende algún testigo luminoso en el panel?
¿Funcionan los frenos?
¿Funcionan los faros y los intermitentes?
¿Puedes ajustar la orientación de los espejos?
¿Hay cubierta trasera en el maletero?
¿Hay chalecos reflectantes, rueda de repuesto y otros elementos del inventario obligatorio?